Nos hemos acostumbrado a hablar de tecnología solamente cuando nos referimos a ordenadores, móviles, tablets y demás aparatos de este estilo. Y la tecnología es mucho más que eso. Cada vez hablamos menos de tecnología cuando nos referimos, por ejemplo, a la fabricación de coches cada vez más inteligentes. Y es curioso, porque este tipo de productos dispone de una mayor capacidad tecnológica y más elementos de última generación que muchos ordenadores. Por eso reivindicamos la figura del coche como máxima expresión de la evolución de la tecnología y de todas y cada una de sus aplicaciones.