Afortunadamente, el entorno en el que vivimos ha cambiado de un modo considerable en los últimos años. Gracias a ello, se ha producido un aumento de la libertad y el derrocamiento de algunos estereotipos que no nos venían precisamente bien como sociedad y como seres humanos. Todo lo que rodea al sexo ha estado envuelto en estos estereotipos de los que hablamos, principalmente por el carácter conservador y católico de una buena parte de la sociedad española. Una cuestión tan pura, placentera y positiva para el ser humano como esta era coartada y no era bien vista hasta hace poco en nuestros pueblos y ciudades.Con la llegada de la Transición, poco a poco fue ganando espacio en la sociedad un asunto como el sexo, si bien no terminaba de estar normalizado. Ha sido a raíz de la potenciación de la tecnología como el sexo ha conseguido, al fin, un lugar destacado en nuestra sociedad. Es algo justo y que hacía falta. Si un país quiere presumir de libertad, es obvio que le tiene que dar a todos los temas una cierta relevancia. Y el sexo bien merece encontrarse entre estos temas de enjundia.