La crisis, ha sido especialmente dura con el sector de la construcción, y l@s arquitect@s de buena parte del mundo, que antaño habían gozado de una situación económica privilegiada, fueron de los más castigad@s. Las obras empezaron a escasear, y por tanto, la demanda de profesionales. La carrera de arquitectura, que era de las preferidas en un momento de bonanza, ya no resultaba tan atractiva y l@s estudiantes se decantaban por otras carreras, como la medicina, la enfermería o la informática.