Me he dedicado gran parte de mi vida a la traducción. Es un trabajo muy variado donde puedes traducir desde un libro a un artículo publicitario. Con la llegada de Internet, las necesidades han aumentado y pese a que hay programas que te traducen automáticamente lo que pone en las webs, lo cierto es que terminan siendo traducciones robóticas que en muchos de los casos no valen para nada al no captar el sentido de lo que se quiere contar.
Además de esto, está otro tema, en muchos asuntos se necesita una exactitud que no debe pasarse por alto. Así que la necesidad de traductores sigue siendo indispensable para muchas cosas. Siempre me encantaron los idiomas y vi que tenían salida.
Estuve en una agencia de traducción, pero la crisis llegó y nos lo puso difícil a todos. Después de unos meses complicados, al final tuve que animarme a emprender, necesitaba trabajar y por mi cuenta, a pesar de las pocas facilidades que la administración pone a los autónomos, me puse a ello.
Hay que hacer muchos papeleos, lo que nunca es fácil. Pero también hay que tener en cuenta que debes contar con una web de nivel para que los clientes vean que realmente eres un profesional serio. En esto tuve suerte, porque tengo un buen conocido que controla de diseño web. Al final son muchas cosas, porque si quieres estar en las primeras posiciones de google necesitas contratar un buen servicio de SEO o de SEM si quieres ir más rápido.
Un tema que me tenía bastante “mosca” y que le di vueltas, fue cuando tuve que pensar en potenciar mi marca personal. El branding cada vez es más importante. Me fui convenciendo de que no tenía tiempo para dedicarme a tantos campos y a la vez seguir haciendo mis traducciones.
Dicendi me ayudó a conseguir lo que buscaba
Me puse siguiendo el consejo de mi amiga Lucía a buscar una agencia de marketing. Comencé a buscar una tarde a primera hora y a las 11 de la noche seguía navegando entre cientos de agencias. Cuando estaba a punto de dejarlo, vi a “Dicendi”, una agencia de marketing con bastante buena prensa y que podía ayudarme a fijar mi marca personal y potenciarla.
A la mañana siguiente, les llamé y me invitaron a ir a su oficina, donde mantuvimos una interesante conversación sobre mi negocio y que era lo que quería implementar. Esa misma semana se pusieron con mi web y a fabricar mi marca personal, lo que me ha venido genial para ir creciendo en mi presencia tan fundamental hoy en día en las redes.
Unos meses después, puedo confesar que el trabajo de Dicendi ha sido tan bueno que sin lugar a dudas ha influido de forma positiva en mi marca personal y reputación en la red de redes. Al final lo importante es rodearte de profesionales que son los que realmente saben que teclas tienen que tocar para que tu reputación suba como la espuma.
Ahoran en este breve lapso, he podido notar como el número de clientes que rellenan el formulario de mi web y contactan conmigo para que realicen las traducciones ha aumentado exponencialmente. Así que, al final merece la pena gastarse los cuartos para que mejoren los ingresos.
En el mundo de la traducción, especialmente en nuestro país, es complicado trabajar para otros. Los precios son bajos y suelen intentar todos tomar un trocito de la tarta y al final el pastel que te llega es bastante pequeño. Yo lo que quise hacer es manejar mi barco, que aunque fuera más modesto, si podía yo poner unos precios más justos para mí y que me llevara todo el pastel a la larga me compensaría.
Dicho y hecho, ahora cada vez ha ido bajando el número de clientes externos y cada vez son más los que vienen de mi web, lo que me ha terminado de convencer de lo necesario que es que los españoles impulsemos nuestro espíritu emprendedor, algo necesario cuando uno no ve salida a la situación o en momentos, como el que hemos vivido, donde el trabajo escaseaba.
Así que ya sabéis, si estáis en este mundillo confiad en vosotros mismos y lanzaros a la piscina.