El fútbol es un auténtico fenómeno de masas en España y en una gran cantidad de países más. Sigue habiendo argumentos más que de sobra para considerarlo como el deporte rey porque hay una enorme cantidad de gente pendiente de cada partido que juega su equipo. Solo hay que ver la afluencia que tienen los estadios de los equipos de la Primera o la Segunda división para saber lo arraigado que está este deporte en nuestro país. Y eso que las entradas y los demás productos que están asociados al fútbol en España no son precisamente baratos, como seguro que ya sabéis.

Pero el fútbol no es siempre de la misma manera. Va cambiando a medida que pasan los años y a medida que nuevas necesidades van surgiendo. He podido verlo desde dentro puesto que trabajo desde hace más de una década en uno de los clubes de Primera división. Al igual que el juego en sí ha cambiado por el hecho de que ahora se exige a los jugadores tener una musculatura mucho más desarrollada que en otros momentos, también ha cambiado lo que rodea al juego. Y, entre ello, podemos encontrar la necesidad de contar con estadios más modernos, más grandes y que incluso estén preparados para albergar no solo partidos de fútbol, sino otros eventos como conciertos.

En una noticia publicada en la web del diario 20 Minutos, se habla de esto mismo. Se mencionan todos los estadios que han sufrido una remodelación en los últimos años y los que se quedan igual. Si leéis el artículo desde el principio hasta el final, veréis que la mayoría de los clubes de Primera división han apostado por remodelar sus estadios o directamente construir uno nuevo. Esto ha sido posible, en la mayoría de los casos, gracias a que hace años entró un fondo en LaLiga conocido como Cvc y que permitió a los clubes recibir un dinero por sus derechos de imagen con años de adelanto. Y claro, muchos de esos clubes hemos decidido invertir parte de ese dinero en hacer de nuestros estadios espacios mejores y que nos puedan brindar mayores ingresos en el presente y en el futuro.

He formado parte de una de las delegaciones de mi club para remodelar el estadio en el que juega nuestro equipo. Y la verdad es que ha sido un proyecto de lo más interesante. Teníamos claro que era necesario hacerlo porque queríamos disponer de más asientos en el estadio para poder maximizar el beneficio económico por partido. Sabíamos que la ampliación tampoco podía ser descomunal, no nos podíamos permitir duplicar la capacidad del estadio porque incurríamos en un gasto que no sabíamos y podríamos soportar y era probable que muchos de sus asientos al final se quedaran vacíos durante los partidos. Había que ampliar, sí, pero en su justa medida.

Lo primero que teníamos que ver a la hora de configurar el nuevo estadio era cuánto íbamos a aumentar la capacidad y qué estilo de campo queríamos. Ya sabéis que, en este tipo de casos y teniendo en cuenta la tecnología con la que contamos a día de hoy, lo primero que es conveniente hacer es disponer de una maqueta en 3 dimensiones. Ese era uno de los primeros objetivos que nos marcamos desde el club en relación a este proyecto y por eso empezamos a buscar empresas que nos proporcionaran este tipo de cosas. Encontramos un socio perfecto en Delineante Infografía 3D, que es un estudio de diseño arquitectónico que tiene como principal característica el hecho de que puede ofrecer servicios de renders en 3D y arquitectura en 3D. Teníamos las expectativas muy altas y lo que no nos imaginábamos era que incluso se iban a superar.

Lo cierto es que, cuando empezamos a ver los detalles de los que se componía el diseño, nos empezamos a enamorar de esa remodelación que queríamos acometer en el estadio. Desde el primer momento, vimos que nuestro estadio no solo iba a tener una imagen mucho más poderosa, sino que iba a ser un espacio mucho más cómodo para nuestros aficionados, para los medios de comunicación que se acercaran a él y para los propios protagonistas del juego: los deportistas. Un club grande también destaca por todo este tipo de cosas y la verdad es que nosotros no nos podíamos quedar al margen de ello.

Una vez que quedó aprobado el diseño, fue la hora de pasar a la acción y de acometer las obras para la remodelación del estadio. En este sentido, nos preocupaba que esas obras se fueran a alargar demasiado en el tiempo. Decidimos comenzar con ellas cuando acabara la temporada para contar con todo el verano, pero sabíamos que a pesar de eso las íbamos a tener que concluir ya empezada la temporada siguiente. Así es como sucedió: aprovechamos al máximo los meses de verano y, cuando comenzó la Liga, tampoco necesitamos mucho tiempo hasta ver concluidas todas las mejoras que habíamos querido hacer.

Las reacciones no pudieron ser mejores. No os he dicho el club para el que trabajo, porque mi contrato me lo impide, pero sí os puedo decir que no es ni el Real Madrid, ni el Barcelona, ni el Atlético de Madrid, y que este proyecto nos ha permitido ganarnos la confianza y el respeto del mundo del fútbol. Cuando remodelas tu estadio, piensas en todos los actores que se dan cita en él y lo haces en un tiempo récord, la buena prensa se genera sola. Conseguir esto había sido uno de los ejes centrales del proyecto y la verdad es que no hemos podido mostrar más satisfacción por ello.

La afición, más que contenta 

Lo mejor de todo es que la afición, que es la que constituye nuestra clientela, está muy agradecida con el cambio que hemos llevado a cabo porque se ha dado cuenta de los beneficios que eso tiene para su bienestar a lo largo de los días de partido. Tengo que decir que, desde el club, también se han hecho los máximos esfuerzos para que la remodelación no tenga una repercusión económica sobre los aficionados. Tened en cuenta lo que ha ocurrido con la reforma del Santiago Bernabéu: que los precios de los abonos y de las entradas han adquirido un precio que cada vez menos gente puede pagar. Y con la remodelación del Camp Nou del Barcelona va a suceder exactamente lo mismo. Esto no fue así con nosotros y la gente lo está valorando.

Estoy seguro de que este proyecto ha iniciado una nueva etapa en nuestro club. Nosotros no somos un club que todos los años esté peleando por ganar títulos, pero sí que tenemos nuestra historia y sí que la vamos agrandando cada año estando en Primera división y compitiendo contra los mejores jugadores del mundo en nuestro propio feudo. Somos un ejemplo a seguir para una barbaridad de clubes que se desempeñan por España y queremos que así siga siendo. Ya son muchos equipos los que nos han pedido asesoramiento a la hora de iniciar una etapa como la que nosotros iniciamos en su día. Esta es la mejor prueba de que estamos haciendo las cosas bien.

El fútbol es un valor seguro 

Si hay algo que nos gusta a los españoles y a las españolas, eso es el fútbol. Hace más de cien años que el balón echó a rodar en España y la afición por este deporte no ha hecho nada más que crecer. Se llenan estadios con una facilidad tremenda y la audiencia de los partidos sigue siendo muy alta. La gente está pendiente cada fin de semana de cómo transcurre la jornada liguera y también gusta de disfrutar un buen partido de competición europea entre semana. El fútbol es una religión y nadie va a poder impedir que así siga siendo.

Un informe publicado en la página web de Statista indicaba que, en el año 2018, eran 25 millones de personas las aficionadas al fútbol en España. Y ojo, que no hay un perfil claro de público porque, aunque es cierto que la afición es mayor entre los hombres que entre las mujeres, ellas también han empezado a mostrar interés en el balompié a lo largo de las últimas décadas. Y una buena prueba de ello es el crecimiento que viene experimentando de un tiempo a esta parte el fútbol femenino.

El fútbol nos hace vibrar, el fútbol es pasión y el fútbol es sentimiento. Da la sensación de que siempre exageramos al decir esto, pero la realidad que muchos aficionados sienten sigue siendo esta. La mejor prueba de ello la podemos encontrar en la cantidad de gente que, al acudir a un estadio, canta el himno de su equipo, celebra los goles con la bufanda al viento y sufre cada vez que el equipo rival llega al área propia. Que nada ni nadie nos quite esta pasión porque, a pesar de ser un juego, el fútbol sí es sentimiento.