España es uno de los países con mayor tasa de inmigración. Tanto es así que los profesionales del derecho, han ido cogiendo experiencia en estos terrenos, convirtiéndose exclusivamente en abogados de extranjería. No todos los abogados saben de estas cuestiones, del mismo modo que lo expertos en extranjería, desconocen lo relativo al derecho mercantil. Con esto queremos decir que abogado de extranjería no naces, te haces. Vamos que hay que especializarse para conocer todos los aspectos de la legalidad referentes a la inmigración.

Del mismo modo que cuando un extranjero viene a España, lo hace, en la mayoría de los casos, con la ley aprendida, los profesionales que se dedican a esta labor, deben conocer las leyes que regulan la entrada, estancia y otros aspectos relativos a la extranjería. La mayoría desconocemos esas cuestiones, no nos implican directamente puesto que somos residentes naturales de nuestro país. Sin embargo, en caso de viajar al extranjero, del mismo modo, deberíamos conocer las leyes del país de destino. Si bien es cierto que en España, es fundamental contar con este tipo de abogados, debido a los altos índices de inmigración, en muchos casos de forma fraudulenta o equivoca. Aunque los abogados de extranjería se ocupan de resolver los problemas de los inmigrantes, de forma añadida, ayudan a la sociedad, posibilitando que todo esté en orden.

De tal manera que podemos definir al abogado de extranjería como el profesional del derecho, encargado de asesorar en cuestiones de legislación referente a extranjería, una especialidad cada vez más demandada. Estos abogados son expertos en la normativa que afecta al estatus de los ciudadanos extranjeros en nuestro país. Por lo tanto, se trata del profesional adecuado para asesorar respecto a la aplicación del derecho de extranjería, sea a nivel personal o profesional.

Formación ante todo

Una carrera profesional para convertirse en abogado especializado en Derecho de Extranjería, empieza realizando un Grado en Derecho, como es lógico. A partir de ahí, como nos explican los profesionales y expertos en la asesoramiento fiscal y legal en materia de inmigración Nostrum Legal, el acceso al Máster en el Ejercicio de la Abogacía, facilita la preparación para el examen de acceso a esta profesión y su colegiación.

El proceso de globalización de la economía, no ha hecho otra cosa que favorecer el flujo de ciudadanos entre los diversos países del mundo. Este hecho, ha dado lugar a procesos migratorios entre las diferentes naciones y regiones, motivados en la mayoría de los casos, por la búsqueda de trabajo. El vínculo existente entre los Estados a nivel personal, profesional e industrial, cada vez es mayor, lo que produce una situación que da lugar a que se tengan que realizar los consiguientes trámites burocráticos. Este tipo de trámites permiten que los ciudadanos residan y trabajen de forma legal en cada territorio, lo que depende del ordenamiento jurídico de cada país.

En nuestro país en particular, estos trámites dependen, además de si se trata de ciudadanos procedentes de un Estado miembro de la Unión Europea, o se trata de extracomunitarios, de otros países. En cualquiera de los casos, tienen unos derechos y obligaciones que hay que saber gestionar, lo que compone la base del trabajo de un abogado de inmigración. Las funciones concretas son la tramitación y solicitud de asilo y refugio, el permiso de residencia, la solicitud de nacionalidad, los permisos de trabajo, la reagrupación familiar y la legalización de los documentos necesarios para llevar a cabo estos procesos.

No obstante, las funciones del abogado de inmigración, no quedan ahí. Para una persona que llega de otro país, es fundamental adquirir conocimientos sobre la legislación relativa a la inmigración, puesto que de alguna manera impactará en sus vidas. Razón por la cual, estos abogados, deben realizar otras funciones como tramitar las tarjetas de residencia de larga duración, participar en los casos penales, gestionar los tramites de visas de trabajo o estudios, ocuparse de los procedimientos de deportación y remoción o procesar solicitudes denegadas.

Algo que caracteriza al derecho de extranjería, es que se trata de una rama del derecho en constate evolución. Se trata de una rama cuasi autónoma dentro de la abogacía. Hallándose siempre en continua evolución, nutriéndose de las normas propias del derecho público y el privado. De manera que los profesionales que quieran especializarse en esta rama del derecho, deben abordar en profundidad, materias que ya trató durante la carrera de Derecho, como pueden ser el Derecho Internacional Público y Privado, conocer con detalle toda la legislación sobre Derechos Humanos y Derecho del Trabajo, entre otras y profundizar en los aspectos jurídico-prácticos que afectan a las peticiones de asilo y refugio, al mismo tiempo que a la tramitación de permisos y visados. Gestionar el estatus de migrante, la inserción social y laboral, son otros de los aspectos que deben conocer en profundidad.

Por lo que para convertirse en abogado de inmigración, primero hay que finalizar el Grado en Derecho, colegiarse para ejercer y, para una mayor especialización, aunque no es de inicio necesaria, cursar formaciones específicas de esta área.

Las mismas universidades proporcionan la formación de postgrado necesaria para que los profesionales del derecho, profundicen en sus conocimientos de Derecho Internacional Público y Privado, una de las materias esenciales para este tipo de abogados. Existen al mismo tiempo, programas más concretos como los másteres en Derecho de Extranjería, Migraciones Internacionales o Integración Social, todos ellos enfocados en el abanico normativo que el abogado debe manejar para cumplir con sus funciones.

Especializarse es la clave

Queremos dejar claro que para ser abogado de extranjería, basta con tener el Grado de Derecho y colegiarse. Esa es la realidad. Sin embargo, la clave para ser un buen abogado de inmigración, es la especialización. Ya hemos comentado los cursos o másteres existentes. No obstante, existe la posibilidad de cursar un Máster en Derecho del Trabajo, puesto que es uno de los pilares básicos del derecho de extranjería. Siendo por igual útiles los cursos de postgrado de especialización en Derechos Humanos, una de las ramas más vinculadas a la inmigración, debido a los tratados que reconocen la protección internacional con la que cuentan los migrantes y, en consecuencia, los deberes y obligaciones que tiene cada país antes las solicitudes de asilo y protección.

Tratándose como se trata, de una disciplina jurídica de tanta amplitud, los abogados de extranjería, pueden optar por especializarse en las relaciones concretas y determinadas por cada región o país. Lo que lo convierte en un experto en la normativa de aplicación en estos casos en particular.

Más allá de la formación universitaria existente, los abogados de extranjería, tienen que estar muy atentos a los cambios normativos que se producen a nivel nacional y comunitario, para poder ofrecer a sus clientes el asesoramiento necesario y un servicio de calidad.

Algunas de las habilidades necesarias que debe poseer el abogado de inmigración, pasan por poder ofrecer un apoyo y asesoramiento competente a sus clientes. Siendo las más destacadas las que citamos a continuación:

• Contar con unos conocimientos y compresión profundos de las leyes y regulaciones migratorias, tanto a nivel nacional como internacional. Al tiempo que se mantiene al tanto de los cambios y actualizaciones que se producen de forma continua en este campo.
• Disponer de la destreza necesaria a la hora de investigar, recopilar y analizar la información relevante para cada caso en particular.
• Tener dotes para mantener una comunicación clara y efectiva, puesto que debe explicar de forma comprensible todo lo relativo a los procedimientos legales, requisitos y opciones disponibles a los clientes.
• Debe ser perfectamente capaz de trabajar bajo presión, poseer excelentes habilidades y capacidad para la resolución de problemas y mostrar empatía y sensibilidad, antes las necesidades y preocupaciones de los clientes.

En resumidas cuentas, un abogado de inmigración combina los sólidos conocimientos legales con ciertas habilidades para la investigación, la comunicación y la empatía. De manera que puede ofrecer a sus clientes el apoyo integral necesario para solucionar las cuestiones migratorias.

Por lo que podemos decir que el Derecho de Extranjería, Migratorio o de Inmigración, es la rama del derecho que reúne todas las leyes que rigen los traslados que se producen entre los ciudadanos de los diferentes países, así como las normas que establecen las condiciones para el ingreso, permanencia y salida de los extranjeros.

Se trata de un profesional colegiado y formado para tener la capacitación necesaria para proporcionar la información correspondiente a los derechos y obligaciones que los extranjeros tienen dentro del marco de la normativa vigente, sobre los “Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social”.

La finalidad de un abogado experto en extranjería, consiste en regularizar los procedimientos abiertos de los clientes extranjeros, como la autorización de residencia, la tarjeta comunitaria, la nacionalidad española, el arraigo laboral, el arraigo social, la reagrupación familiar, refugio o asilo, etc.

No se puede negar que, para convertirse en un buen abogado en esta rama hay que prepararse a conciencia, estar siempre en formación continua y no dejar nunca de aprender, para poder proporcionar la orientación y defensa necesaria a los ciudadanos extranjeros que soliciten sus servicios.