Cuando tienes un negocio es frecuente la necesidad de importar y exportar productos para darlos a conocer y ampliar el mercado.
La importación y la exportación con partes indispensables del comercio mundial. Para los profanos, que no somos conscientes de cómo funciona en realidad el mercado y pensamos que es tan fácil como realizar una transacción electrónica, este post.
Vamos a indagar de la mano de Transportes internacionales, en cómo se gestionan los transportes de mercancías en el mercado europeo. En la Unión Europea se exportan e importan a diario mercancías por valor de millones. Actualmente es la mayor exportadora de productos manufacturados y ofrece el mayor mercado de importación con ochenta países.
El dieciséis por ciento de las importaciones y exportaciones mundiales, corresponden al conjunto de países que componen la Unión Europea.
Vamos a detenernos un poco en los términos que venimos barajando para entender los conceptos de importación y exportación. Siendo lo mismo, cada uno se encamina en una dirección.
El concepto básico reside en que ambos términos engloban los procesos de compra venta entre países. Importar es cuando un país compra a otro los productos o servicios que necesita. Exportar, es justo al revés, cuando un país, vende esos productos o servicios al otro.
En cualquier caso, una compraventa siempre cuenta con los dos conceptos. El que compra a otro país, importa; el que se lo vende, exporta. Las transacciones se definen por el tipo y el destino de la misma.
Como importar a otros países de Europa
Antes de decidirse a importar un producto o servicio a otro país, es muy importante analizar la situación. Comprobar que la empresa está realmente preparada para llevar a cabo esta empresa, es vital para que salga bien.
Plantearse ciertas cuestiones antes de lanzarse y debatirlas con la propia empresa aportará datos para valorar su viabilidad. Una vez teniendo claro que es factible y producirá beneficios es momento de buscar un proveedor en el destino donde quieras llevar tu producto.
A este fin pueden ayudarte las cámaras de comercio o consultores comerciales. Acudir a ferias comerciales proporciona contactos que pueden abrirte el camino. También conviene analizar todos los posibles mercados para cerciorarse de si existe un suministro del mismo.
Lo siguiente que hay que hacer es comprobar cuáles son las condiciones y derechos que van a garantizar que el producto, cumple con todos los requisitos que impone la Unión Europea. Esto dependerá en gran medida del tipo de mercado en el que se opere.
Existen numerosos productos sujetos a restricciones y pueden requerir algún tipo de documentación especial o licencia para poder importarse. Conviene averiguar antes de nada si es el caso. De encontrarse el producto en la lista de restricciones, habrá que atenerse a las normas que se les aplique.
Para muchos productos o en según qué países, puede ser necesario pagar aranceles. Esos gastos a veces corren a cuenta del que importa, otras veces, del comprador. Si existe acuerdo entre países, esos aranceles pueden ser menores o no cobrarse.
A parte de esta pequeña guía, existen otros puntos a tener en cuenta a la hora de decidirse a importar un producto. Aquí encontrarás todo lo relativo a la importación dentro de la Unión Europea.
Exportación dentro de Europa
Realmente, los pasos a seguir son muy similares a los de la importación. En esa ocasión en sentido inverso. Igualmente hay que averiguar si existe mercado es el país desde al que pretende venderse. Que este afianzado aquí, no garantiza que se afiance allí, pero aumenta las posibilidades de éxito.
Encontrar compradores potenciales para el producto o servicio. Con ayuda de las cámaras de comercio, estudios de mercado, sondeos o creando contactos en las ferias de comercio será más sencillo.
Analizar los posibles mercados de exportación y comprobar cuál es el nivel de demanda del producto en cuestión. Conocer de dónde vienen los productos de la misma categoría, quien los exporta y su nivel de ventas.
Como ocurre cuando importas algo, conviene conocer en detalle los requisitos necesarios para exportarlo. Las formas más habituales de exportación son el comercio electrónico o exportar el producto a un comprador.
Para poder exportar sin problemas, hay que estar establecido en la Unión Europea como empresa o establecimiento comercial. Eso incluye el registro del IVA. Igualmente ha de constar la empresa o producto en el registro mercantil.
Los que no residan en la Unión Europea, han de contar con un permiso de trabajo y contar con una persona que este establecida para que actúe en su nombre.
Hay que registrarse como exportador y solicitar a la administración aduanera que competa, el número de registro EORI. Este número de registro es válido y necesario para llevar a cabo todas las operaciones de exportación.
Conocer las posibles restricciones que pueden afectar al producto y solicitar los permisos o licencias que procedan sí que es los hay. Como ocurre con la importación, es posible que exista la aplicación de aranceles. Estos pueden verse reducidos o eliminados según los acuerdos que puedan existir entre los países.
Lo más difícil, como en todo, es empezar con ello. Luego se trata de un proceso habitual en el que los pasos a seguir se trazan de forma mecánica.
Tanto en el caso de la importación como en el de la exportación, tener siempre preparada la documentación correspondiente a la aduana. Es en ese punto donde más dificultades puede presentar la transacción.
Si el agente de aduanas no encuentra correcta la documentación es posible que la mercancía quede retenida o sea devuelta.
Como todo esto visto así, resulta un tanto complicado y lioso, una de las opciones es encargar todo lo concerniente al papeleo y la gestión aduanera, a las propias empresas de transporte que van a llevar o traer la mercancía.
El personal de las mismas, está de sobra cualificado y familiarizado con los trámites que hay que llevar a cabo. Contando con todas estas facilidades, el empresario, solo tendrá que encargarse de los productos o servicios a importar o exportar y encontrar su nicho mercado.